O EL PROBLEMA DE NO SER PERSONA
Eduardo N. Cordoví Hernández. Lawton, La Habana. Cuba.
…la mente humana es un generador de engaños, no una ventana a la verdad.Scott Adams (1952 - …).
Norteamericano, Licenciado en Ciencias Económicas, U. de California. Dibujante, creador de la tira cómica Dilbert de crítica mordaz sobre el burocratismo, publicada en 1200 diarios del planeta, dando lugar a una serie animada de TV, juguetes, helados y varios libros.
Hay muchos conceptos que estan mal comprendidos, no solo en Cuba, así que no es un problema cubano. Se trata de un problema del desarrollo de la sociedad humana en este planeta.
Si el ser humano como individuo tiene memoria para ir recogiendo su pasado e ir proyectándose hacia el futuro, la sociedad tiene ¡Para lo mismo! a la cultura. La cultura es la sedimentación de todo el hacer de los individuos que forman la sociedad; son los estratos del folklor, de la historia, de las costumbres y tradiciones, de los inventos tecnológicos y sus renovaciones; por aplicación práctica de las actualizaciones teóricas.
Visto así, las ciencias o ¡la Ciencia! es una parte importante de la cultura, ya que es la yema terminal por donde ¡La cultura! crece.
La Filología, la Lingüística, la Epistemología, la Etimología ¡Entre otras categorías! como ciencias independientes, como ramas de la Filosofía o como simples disciplinas académicas, establecen paradigmas de pensamiento durante largos periodos, hasta que la simple evolución de los idiomas, de acuerdo a las necesidades humanas y sus circunstancia, los quebranten.
La entrada al III milenio conlleva un cambio de mentalidad. Es innegable que estamos asistiendo a un momento histórico de cambio, de punto de inflexión, dadas las tan novedosas modalidades de presentarse la existencia de todo lo que conocemos.
No se puede seguir midiendo la vida con los mismos patrones que usamos desde hace ya mucho tiempo. A pesar de haber empleado en forma respectiva herramientas sociales o condiciones naturales como la democracia y/o la libertad ¡Desde hace siglos! todavía seguimos sin conocer y ¡Sin usar apropiadamente! sus valores; a pesar, repito, de luchar y hasta de morir por ellos, en vano, durante milenios, con todo el atrevimiento y probable desacierto que pueda entrañar esta idea en sus detalles.
Los mismos que se levantan como líderes, no tienen una idea clara de qué son la libertad ni la democracia, por solo continuar citando un par de objetos de atención fundamentales. Es necesario que los grupos de cambio y los propios líderes, a riesgo de perder los liderazgos, muestren que la única forma ¡De momento! para llegar a cambios estables es que cada quien sea su propio líder. (Sí, quizás alguien aquí ya adivinó una gota de anarquismo, pero eso lo veremos en un artículo aparte).
Pero que suceda algo como eso es un tanto imposible, porque entra en el supuesto de que el mundo ¡En su naturaleza! esté mal, algo que no es cierto, porque el mundo está ¡cómo está! debido a ciertas circunstancias que no son esenciales. Y, si las personas ya tienen cierta madurez, para comprender el real conocimiento de las palabras y formalizar nuevos paradigmas, lo único que hay que hacer es divulgar ese conocimiento, que lo demás viene solo.
La época de las guerras, las batallas, los asaltos, las rebeliones, las revoluciones, los mítines, las ofensas, las expresiones de violencia y las exigencias, son formulaciones y modismos que no están a tono con nuestro estado actual de conocimiento. No significa que critique ni que niegue su derecho ¡El de usted! a considerar otra cosa.
Las personas tienen que aprender que ¡Ser libre! tiene un precio, pero ¡Antes de eso! tienen que saber que ¡Ya son libres! y que ¡Lo que la mayoría piensa que es: NO SER LIBRE! solo significa: ¡Que, usted! no quiere pagar el precio.
Ningún gobierno, ni siquiera ¡El más teóricamente despótico posible! es capaz de impedir la expresión de voluntad alguna, a menos que, usted, esté atado. Pero, siempre que no se encuentre atado, uno es libre.
El gobierno más tiránico solo puede legislar a priori y sancionar a posteriori, pero nunca impedir la libre expresión de ninguna persona. Tal expresión puede ser legislada a conveniencia como delito y ¡Caso de hacerse manifiesta! sancionar al ejecutor, pero la expresión no puede ser evitada, solo puede ser reprimida después que se ejecute la expresión de libertad considerada delito, contravención, infracción, etcétera; como un intento desesperado, para evitar que se repita, y que ¡Por supuesto! no puede.
El estado dictando las más drásticas leyes, no puede ni siquiera evitar que los ladrones roben, la policía como cuerpo represor no puede impedir que el ladrón robe, porque el ladrón soborna al policía, se oculta, espera la oportunidad, estudia, se documenta, aplica la tecnología moderna, la ciencia, busca secuaces, planes B, vías de escape, pero termina robando. Siempre habrá un robo consumado en los diarios. El policía no puede evitar que el ladrón robe. Quien mejor podría evitarlo es el herrero que hace la reja, o el cerrajero que hace la caja fuerte y ¡Ni siquiera lo logran! El robo es parte de la realidad objetiva desde que el mundo es mundo y seguirá así hasta el fin de los siglos. Pero eso es ya otra historia.
Esto nos lleva a considerar tres posibilidades a saber. Siempre van a existir:
1.- Personas resueltas, atrevidas o arriesgadas, llamémoslas ¡Valientes! que por serles conveniente, por gusto simple o por los principios que sean, tendrán a bien manifestarse de alguna manera que pueda contravenir lo que un gobierno tiránico considere: no lícito o conveniente para su seguridad, estabilidad o lo que sea y ¡De este modo! estas personas recibirán sanciones, castigos, maltratos, etcétera, pero tal no es más que resultado de una legalidad sesgada que ¡No puede impedir! la manifestación libertaria, ya que ¡El concepto de libertad! no implica que alguien pueda hacer todo lo que quiera; porque eso ¡No lo puede! Usted, puede querer salir volando de forma natural al saltar por la ventana de un décimo piso; pero solo se queda en saltar por ella. Volar de forma natural, se lo impide la realidad de no ser un ave. Pero, si así y todo se arriesga y salta… recibirá castigo (¡Es un decir! pues, de hecho, castigo no es; sino solo un fuerte impacto contra el suelo) y ¡Si queda vivo! no puede decir que no fue libre. Es el mismo caso del disidente maltratado por una tiranía política en cualquier parte del mundo.
2.-Existen también otras personas que no son resueltas, atrevidas ni arriesgadas, llamémoslas conservadoras y, si quieres que seamos un tilín peyorativos o quizás realistas llamémoslas ¡Cobardes! Ellas tendrán a bien no manifestarse de ninguna manera que pueda contravenir lo que un gobierno tiránico considere no lícito o conveniente para su seguridad, estabilidad o lo que sea y, de este modo, estas personas no recibirán sanciones, castigos, ni maltratos, etcétera, pero tal no es más que el haber hecho uso de su libertad, de la misma manera que los arriesgados o valientes ejercitaron la suya orientándola en otro sentido al elegir otra forma más dinámica de reaccionar.
3.- Existirán también personas que, sin formar parte de tal gobierno e incluso teniendo consciencia de las debilidades, errores, injusticias, equivocaciones, excesos, etcétera, que un gobierno semejante pudiera presentar; continuarán siendo emocionalmente proclives a manifestarle apoyo moral, simpatía y hasta, de alguna manera, dejarse manipular, a fin de demostrar su aceptación y reconocerle autoridad.
CONTINUARÁ PRÓXIMAMENTE…
II PROBLEMÁTICA DE LA LIBERTAD MAL COMPRENDIDA O EL PROBLEMA DE NO SER PERSONA
Comentarios filosófico-psicológicos sobre la realidad político-social del mundo
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